Tierra que pare por el sudor y la voluntad
En Moa, a pesar de una entronizada creencia de tener pocas posibilidades con la agricultura, se dedican a esta actividad más de 42 caballerías, o lo que es igual, 554 hectáreas, donde se logran cultivos varios y producciones pecuarias.
Más de 700 personas explotan la tierra en el municipio, 82 en calidad de poseedores, que fueron beneficiados por la Ley de Reforma Agraria en 1959. El resto clasifican como usfructuarios y parceleros, que recibieron terrenos por varias legislaciones en distintos momentos de la Revolución.
Según Juan Infante, Director de la Unidad Empresarial de Base para la Atención a la Base Productiva, de la Empresa Agroforestal Moa, en Moa también trabajan la tierra 334 usufructuarios, amparados en el Decreto Ley 300 del 2012 del Consejo de Estado de la República de Cuba, y 312 parceleros que obtuvieron sus tierras por la Resolución 356 de 1993 del Ministerio de la Agricultura.
Estos campesinos se organizan en SIETE formas productivas, que son SEIS Cooperativas de Créditos y Servicios, y UNA Unidad Básica de Producción Cooperativa. Dichas estructuras aportan a la alimentación de todos los moenses con su trabajo.
En lo que va del 2017, el sector no estatal de la agricultura ha sobrecumplido todos los renglones planificados y contratados con la Empresa Agroforestal. Sobresalen el cultivo de yuca, boniato, plátano, hortalizas y frutales, cuyos resultados son loables principalmente por la calidad de los suelos donde se siembran.
Similar resultado tiene la ganadería. Las unidades productoras han sobrepasado los planes de entrega de leche a la industria, que en el primer cuatrimestre era de 26 MIL 300 litros, y hoy superan los 31 MIL 400 litros. También sobrecumplen la producción de carne. De NUEVE toneladas previstas a entregar hasta fines de abril, ya acumulan 13 MIL 100 kilogramos, o sea, CUATRO toneladas más que las planificadas. Todo ello habla del compromiso que distingue a los productores pecuarios de Moa.
Dista mucho este territorio de ser un polo productivo agrícola ni ganadero. La calidad de los suelos, muy pobres y eminentemente forestales, y las condiciones materiales para trabajar así lo determinan. Pero lo que es innegable es que abunda el esfuerzo entre los descendientes de Niceto Pérez en Moa, y ese se premia con resultados, con frutos de la Madre Tierra.
Más de 700 personas explotan la tierra en el municipio, 82 en calidad de poseedores, que fueron beneficiados por la Ley de Reforma Agraria en 1959. El resto clasifican como usfructuarios y parceleros, que recibieron terrenos por varias legislaciones en distintos momentos de la Revolución.
Según Juan Infante, Director de la Unidad Empresarial de Base para la Atención a la Base Productiva, de la Empresa Agroforestal Moa, en Moa también trabajan la tierra 334 usufructuarios, amparados en el Decreto Ley 300 del 2012 del Consejo de Estado de la República de Cuba, y 312 parceleros que obtuvieron sus tierras por la Resolución 356 de 1993 del Ministerio de la Agricultura.
Estos campesinos se organizan en SIETE formas productivas, que son SEIS Cooperativas de Créditos y Servicios, y UNA Unidad Básica de Producción Cooperativa. Dichas estructuras aportan a la alimentación de todos los moenses con su trabajo.
En lo que va del 2017, el sector no estatal de la agricultura ha sobrecumplido todos los renglones planificados y contratados con la Empresa Agroforestal. Sobresalen el cultivo de yuca, boniato, plátano, hortalizas y frutales, cuyos resultados son loables principalmente por la calidad de los suelos donde se siembran.
Similar resultado tiene la ganadería. Las unidades productoras han sobrepasado los planes de entrega de leche a la industria, que en el primer cuatrimestre era de 26 MIL 300 litros, y hoy superan los 31 MIL 400 litros. También sobrecumplen la producción de carne. De NUEVE toneladas previstas a entregar hasta fines de abril, ya acumulan 13 MIL 100 kilogramos, o sea, CUATRO toneladas más que las planificadas. Todo ello habla del compromiso que distingue a los productores pecuarios de Moa.
Dista mucho este territorio de ser un polo productivo agrícola ni ganadero. La calidad de los suelos, muy pobres y eminentemente forestales, y las condiciones materiales para trabajar así lo determinan. Pero lo que es innegable es que abunda el esfuerzo entre los descendientes de Niceto Pérez en Moa, y ese se premia con resultados, con frutos de la Madre Tierra.
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